DE VIAJE POR BUENOS AIRES

Como les contaba antes, Zoe y yo nos fuimos desde mitad de octubre a principios de diciembre a Buenos Aires a que la familia la conozca.

Llegamos y aunque hacia 2 años que no me veían deje de ser el centro de atención en el momento que veían a Zoe. Todos estaban como locos con la nueva sobrina, nieta, bisnieta y demás términos familiares.Yo estaba re emocionada, hacia tanto que no veía a nadie, tanto que no iba a mi casa, pero entré como si nunca me hubiera ido, todo estaba tal cual lo deje. La misma imagen de mi cabeza, el mismo olor, mis recuerdos estaban intactos. Que increíble!!! Todavía me pasa que si cierro los ojos puedo transportarme a mi cuarto.

Bueno, ahí pasamos 1 mes y medio, Zoe se adapto muy bien a los mil brazos y fotos que la acosaban diario. Yo pude salir un poco, despejarme, aunque después de unas semanas ya todos se habían acostumbrado a que estábamos ahí y entre escuelas, trabajos y parciales cada vez tenia menos cosas para hacer.

Paseamos por el zoológico de Palermo, el Tigre, el Centro, Puerto Madero entre otros puntos turísticos.

Vi a mis amigas, salimos algunas veces, aunque seguimos teniendo la misma confianza de siempre , esta claro que tenemos rumbos distintos, a veces me sentía perdida, como que no viví muchas cosas, mucho tiempo, mucha distancia.

Me estrene como hija de padres separados. Tuve que repartirme entre mi casa y la nueva casa de mi papa. No fue muy traumático, pero si raro.

A lo ultimo ya extrañaba a México, extrañaba a Juan Pablo, mi casa , mis cosas, mi rutina.

Estaba contenta de estar allá, pero ya quería volverme.

Ir a Buenos Aires me ayudo mucho, pude darme cuenta de muchas cosas, pero sobretodo pude cerrar un capitulo de mi vida, ya que durante 2 años estuve con un pie acá y otro allá.

Finalmente encontraba mi lugar. Así, llegue con otra perspectiva. Me hizo muy bien. Obviamente al poco tiempo me volví a acostumbrar a mi monotonía, pero ya desde otro ángulo. Ya en paz conmigo misma.